Se han presentado acusaciones contra la Junta de Impuestos de Franquicias por no cumplir con los requisitos de la ADA. La FTB no proporcionó comunicaciones a los contribuyentes ciegos en una forma que pudieran acceder, como braille o correo electrónico. En su lugar, la FTB envió correo impreso regular, al cual los consumidores ciegos no podían acceder.